Estancia en Italia
(1928-1933)
Nuestro pintor, becado durante seis años en la Real Academia de España en Roma, realiza durante ese tiempo numerosos viajes por Italia, Grecia, Alemania y Dinamarca.
De Taormina a Delfos
Durante estos años Prieto recorre intensamente el sur de Italia, especialmente Sicilia y gran parte de Grecia.
Visita Taormina, Capri, Atenas, Thera, Delfos, Naxos, Pompeya… los restos de las culturas romana y griega causarán un gran impacto en su arte y él personalmente vivirá una de las mejores etapas de su vida, una etapa de amor y libertad.
Ruinas y eternidad
En consonancia con los postulados de la Generación del 27 busca la modernidad en la tradición. Los restos de las culturas romana y griega que visita simbolizan para él la eternidad que desea para su propio arte y la poética nostalgia de una civilización perdida pero recuperada con sus ojos contemporáneos.
“Andar por estos sitios parece cosa de sueño, ver tanto templo derrumbado […] es tristísimo y bello […] metopas y capiteles, alguna que otra base de columna que han resistido al tiempo se mantiene de pie, la playa encima bañando estos trozos heridos de piedra…”.
Amor y erotismo
Prieto vuelca sus más íntimos sentimientos en su pintura. El maniquí, alter ego del pintor, se convierte gracias a su ambigüedad, en vehículo para desarrollar su mundo homoerótico.
A través de una serie de obras impregnadas de surrealismo y modernidad, el pintor muestra sin tapujos sus emociones y su amor homosexual, siendo en este punto un creador absolutamente vanguardista.
Cámara en mano
Junto con el pintor y fotógrafo Eduardo Chicharro Briones, compañero en la Real Academia de España en Roma, inicia la primera de sus etapas fotográficas.
Chicharro maneja la cámara, Prieto idea las escenas; y fiel a su narcisismo, las protagoniza.
En estos años la figura del marinero es fundamental para su obra, convirtiéndose en un símbolo rotundo de libertad. Prieto llega a empaparse tanto de esta figura que recorre las calles y localidades de Italia disfrazado de marinero.
De Dinamarca a Groenlandia
Desde Roma, Prieto realizará en los siguientes años un auténtico tour por el norte de Europa.
Prieto es un gran amante del séptimo arte y en esta etapa de sus viajes tiene tiene la ocasión de conocer al director de cine Carl Theodor Dreyer, por quien el pintor siente una enorme admiración.
“Yo no sé cómo decir para expresar mi emoción sencilla al encontrarme a su lado, tan cerca y tan alcance de la mano”.