En la ciudad de la luz
(1925-1927)
Prieto viaja a París y entra en contacto con la vanguardia europea.
Jardines, museos y paisajes
El 15 de enero de 1925 se instala en la capital de Francia. El paisaje y la luz parisina suponen para él un auténtico descubrimiento.
Los colores grises y argentados sobre tonalidades verdes se vuelven una obsesión en esta nueva etapa.
Durante meses recorre y pinta los jardines de la ciudad, se empapa de la vanguardia europea y visita recurrentemente los museos parisinos alimentando su pasión por el arte del siglo XIX.
El homenaje de una generación
En 1927 tiene lugar la mítica conmemoración del tercer centenario de Luis de Góngora, que dio origen a la denominada Generación del 27
Prieto participa en varios de los actos de esta efemérides, uno de los más significativos es su intervención en la revista Litoral de Málaga, que se publicó con motivo del citado homenaje junto a todos los poetas más representativos de la Generación de 27.
Grandes encuentros
En estos años en París, se relaciona con grandes personalidades del arte y la cultura como Pablo Picasso, Miguel de Unamuno y Manuel Altolaguirre. Con el segundo, Prieto hace incluso de guía por las calles de la ciudad francesa acompañándolo a tertulias, conferencias y lugares. Finalmente Prieto conseguirá años más tarde, en 1935, que el filósofo pose para él.
“Y en un cartón cualquiera que rodaba por mi estudio le empecé al óleo, y en dos sesiones más pude acabarlo, añadiéndole después, el fondo de la Universidad de Salamanca, que hice en un viaje a esta ciudad a mi vuelta a España”.